Beatriz Lima

No hubo más explicación que el relato de las noches interminables que nos han regalado estas cuatro paredes. Las sombras de nuestros cuerpos en la pared, de noche y de testigo la luna. El eterno que quiero a parte de a ti. El despertar cada mañana con un beso en la frente, recorrer el pasillo hasta la cocina y preparar el desayuno. Con frutas, cereales y leche. Y en la terraza nos terminábamos los últimos cigarrillos del paquete que compramos la noche anterior. Era divertido, hacíamos carreras hasta la ducha y siempre terminábamos enjabonándonos el pelo el uno al otro. Era tan feliz y a ti se te veía tan contento. Los paseos con el perro por El Retiro, el picoteo del mediodía. Ir al mercado, comprar sushi y croissants. Ir andando hasta casa y subir en el ascensor haciendo gracias y tonterías. La siesta con la tripa llena, abrazada a ti. La copa de antes de salir, mi vestido negro y tu corbata roja. Que grandes cenas, pensaba. Y al llegar medio borrachos con un pitillo en cada mano, la cama reclamaba nuestro amor. Las noches eran cortas, pero intensas. Y ahora, ahora ya te has ido. Y me has dejado sin nada.












Que paséis un buen fin de semana <3
Beatriz, xoxo.